miércoles, junio 22, 2005

Himenópteros

Desde el Cretácico tardío vivimos y nadie se dio cuenta de ello.

El polvo comenzaba donde terminaba el asfalto, y el asfalto ardiente de un negro granulado, cobraba su enésima victima al son de las 12 del medio día caluroso, en la estación boreal del norte, baldío y silencioso lugar.
La carretera angosta se partía en 2 siempre cuando algún camión o vehículo pequeño se interceptaban de casualidad, había lo que se llamaba “limites de lindero” a ambos lados de la carretera, pero a muchas personas que transitaban ese lugar lo consideraban una prolongación de la misma carretera. Y lo evitaban.
Hacia mucho tiempo que no llovía por esos lugares, y la vegetación rala y terca terminaba su vida útil al ciclo del agua, y no había sombra que tapara esa luz hipnotizante del medio día, no existía reptil, mamífero, escorpión, o escarabajo que lo pudiera soportar. Era la ley del mas fuerte, la ley del que podía soportar tanta radiación calorífica del asfalto. Y el no pudo soportarlo. El vago y aguerrido grito se evaporo a la par que su exoesqueleto se desasía en múltiples facetas cromáticas, y la nada se convirtió en humo blanco, difuso y difícil de aprehender.
No había lugar a dudas, el peligro no era el sol, sino el asfalto que lo calentaba todo, ese ruin material resinoso, que cambiaba esa parte del planeta en múltiples rayas negras sin ningún orden, lo consumía todo, y mas aun, si llegaba el medio día, aun mas.
Alguna vez, alguien bloqueo la carretera, y pensé que seria buena idea todo eso de las protestas, pues claro, quien va a transitar por allí si el calor es insoportable, claro, y se fue a traer otra piedra para seguir bloqueando el camino ..... ahhh , esos humanos, a veces los entiendo, y a veces pienso que están locos, o soy yo el loco?.
11 y 56 de la mañana, casi el sol esta por encima de nuestras cabezas, no se si será otro día común, u otra hermana morirá tratando de traer semillas del otro lado, no se, pero la cinta amarilla al medio de la carretera indicara si el agua que hay allí no es un espejismo, sino agua de verdad, agua que necesitan los embriones casi marchitos de nuestra colmena, ojala mi hermana traiga agua, ojala.
Si muere, tendré que reemplazarla, mi muerte no será en vano, mi muerte será comida para 2 días, con mi exoesqueleto incluido. Una muerte digna para un soldado, una vida que se entrega para que otros puedan vivir.

3 Comments:

At 11:35 a. m., Blogger laslo rojas said...

Gracias por el link a Cinencuentro.
saludos.

 
At 8:17 a. m., Anonymous Anónimo said...

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At 8:19 a. m., Anonymous Anónimo said...

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